19 AGOSTO · Redacción Atenea
Tener el compromiso con la innovación como uno de los pilares educativos trae la necesidad de considerar una serie de otros puntos. En este artículo vamos a topar cuáles serían esos factores que considerar cuando hablamos de innovación en educación.
Hay que destacar que vivimos un fenómeno que podemos nombrarlo como ‘fiebre innovadora’. Parece tener más prestigio social lo nuevo, como que solo por serlo fuese mejor, como que en sí mismo fuese mejor, casi un valor imprescindible para la sociedad del siglo XXI. Pero, al cambiar, al innovar frecuentemente, ¿cómo verificamos la validez de las propuestas? Peor aun cuando se trata de procesos que requieren períodos relativamente largos para implementarlos y evaluar sus efectos, como es el caso de procesos educativos. El cambio frecuente podría provocar escenarios de ambigüedad, falta de certeza, incertidumbre, confusión de metas. Parece que la estrategia debe ser asumir prudentemente el cambio para evitar caer en modismos sin sentido.
La innovación puede referirse a cambios desde el exterior de la escuela o desde el interior. Puede referirse a cambios en los procesos de enseñanza aprendizaje, en los resultados de aprendizaje, en los modelos educativos. Tiene que ver, por lo tanto, explícita o implícitamente, con concepciones previas de carácter ideológico, cultural, ético, cognitivo, afectivo, que modificarán los enfoques, las herramientas, las relaciones entre teoría y práctica inherentes al hecho educativo.
Innovar por lo tanto puede, o debe, referirse, en primer lugar, al sistema de valores y creencias que definen el comportamiento de la comunidad educativa. Luego, mejorar los procesos curriculares, didácticos, organizativos, en temas que generen importantes transformaciones en lo que verdaderamente repercute. No debe ser una actividad individual, sino un proceso institucional permanente de observación, de investigación, de análisis y síntesis.
1. Existencia de un cuerpo directivo y técnico que promueva la innovación, que habilite el diálogo entre los integrantes de la comunidad y que sepa comprometerlos en el proceso de cambio. De la misma manera que nada ocurre de forma aislada en educación, nada ocurrirá si no hay un cuerpo directivo comprometido con innovar en educación. Ese grupo será el responsable por proponer y asumir las responsabilidades junto a toda la comunidad.
2. Estructura organizacional propicia. Cambiar la idea que tenemos de formatos de clases, desde la disposición de los grupos hasta la comunicación y la forma como se interactúa en las clases, relación profesor-estudiante. Constituye otro punto fundamental para innovar.
3. Docentes y familias dispuestas al cambio, a la mejora continua. Estamos enfrentando un momento muy distinto a todo lo que ya vivimos. Por eso, no debemos creer que todo seguirá siendo de la misma forma que pasaba antes. Pero, obviamente, procesos como eses exigen un diálogo muy transparente cuanto, a los objetivos y con permanente participación de todos los actores de la comunidad estudiantil.
4. Condiciones de trabajo propicias. Estructura que posibilite la innovación es fundamental. Sea con relación a la estructura física, pensando y planeando los espacios, o virtual, con plataformas que presenten una usabilidad agradable, tanto para docentes cuanto para alumnos y padres.
5. Habilitar al cuerpo docente a que brinde sus aportes en función de las reflexiones realizadas en sus prácticas educativas. Docentes bien preparados y con una mentalidad innovadora también es fundamental. Claro que eso no consigue de la noche hacia la mañana. Es una construcción. Por eso la necesidad de invertir en la formación y en la educación de esos docentes, incentivando que compartan sus actividades y sus resultados con una constante reflexión acerca de sus actuaciones. Pero, claro, al comienzo de esa jornada, inseguridad es normal. Sin embargo, con auxilio y trabajo en conjunto todo se vuelve mucho más fácil.
6. Existencia de coordinación entre los distintos sectores del centro educativo Como la innovación es del sistema de educación y no tan solo de una de sus partes, todos los profesionales de todas las áreas deben estar involucrados en el proceso. Desde la dirección, pasando por la administración hasta la limpieza y seguridad, y para tanto, otra vez, la trasparencia y el diálogo son fundamentales.
7. Disponibilidad de los recursos necesarios. Innovación no es magia. Tampoco es milagro. Innovar requiere asumir riesgos, requiere responsabilidad y asimismo requiere inversión. Sea en la parte estructural, física de la institución, cuanto, en la parte profesional, en relación con docentes y demás profesionales responsables por gestionar el proceso.
Normalmente, las instituciones educativas cuentan con sus modelos educativos, que significan una construcción histórica de principios que consideran relevantes, expresados en su visión, misión, valores, filosofía. Son la tradición de esa escuela, tal vez, muchas veces, su razón de ser. Tal vez esto constituya el principal obstáculo para los procesos innovadores, que debe referirse, entre otros temas a la vida en las aulas, la organización de los centros, la dinámica de la comunidad educativa, la cultura profesional del profesorado.
Estamos frente a una oportunidad incomparable para repensar y reinventar todo un sistema de educación...
La importancia del teatro en el crecimiento y aprendizaje de niños y niñas en la cuidad de Quito.
Esta eficaz forma de expresar por medio del propio cuerpo responde a la naturaleza motriz de la imaginación infantil...